Enocultura

Balance de una temporada vitícola en el Vall de Betlem.

2020/2021

17 de Septiembre de 2021

Balance de una temporada vitícola en el Vall de Betlem.

2020/2021
17 de Septiembre de 2021

La convivencia con los ciclos de la naturaleza nos permite prever la repetición de una série de fenómenos que condicionarán la marcha de los trabajos agrícolas y su productividad. Pero hay años que convierten esta previsión en una ilusión efímera que solo sirve para preparar la nueva temporada con ánimos renovados y un poco de esperanza. Las dos temporadas pasadas han sido caras absolutamente diferentes de una misma moneda. En la temporada 2019/20 las lluvias continuadas del invierno y la primavera dejaron récords en la pluviometría histórica de la zona y, en consecuencia, unos ataques de hongos, en particular del misil, casi imparables y que redujeron de forma drástica las producciones de uva en todo el país. Nosotros no vamos a ser ninguna ejecución y, a pesar de los tratamientos hechos, el ataque tuvo una fuerte afectación. No hablamos del trabajo de desherbar que fue constante durante todo el verano. 

Esta temporada 2020/21 ha sido todo lo contrario, la extrema sequía que ha convertido toda la Cordillera de Marina en un páramo, nos ha obligado ha aumentar los riegos de los pies más jóvenes e, incluso, a hacer riegos puntuales en las plantas de tres y cuatro años. Ese ha sido el trabajo diario que había que hacer sin excusas. Por otro lado, la presión de la fauna salvaje, jabalí y conejo, ha aumentado de forma desmesurada provocando daños en las plantas más jóvenes y nos ha obligado a retirar la uva a mediados de julio para evitar los destrozos que hace el jabalí con el fin de abastecer la fruta. Ahora que ya hemos hablado de casi todas las dificultades y hemos cubierto la cuota de llantas que nos podemos permitir, os tenemos que decir, también, que este año hemos cerrado el periodo de plantación que se ha alargado desde 2017 hasta ahora. Todos los bancales destinados al cultivo de la viña de la finca ya se han plantado. Este año las variedades protagonistas han sido la garnacha blanca y el sumoll que será la única variedad tinto de la parcela. El sumoll es una variedad autóctona que fue una de las más extendidas en nuestra zona durante el siglo XIX y XX. Se adapta bien a las caractrísticas del suelo del valle y es bastante resistente a la sequía. Esperamos que nos dé buenos resultados en el proceso de vinificación. 

En resumen, un año todavía de mucho trabajo para asegurar el crecimiento y consolidar la conducción de las cepas esperando que la próxima temporada podamos hacer la primera vendimia en condiciones con el permiso de jabalíes y otras bestias.


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